LA DEFINICION DE PESADILLAS CORRESPONDE A AQUELLOS SUEÑOS QUE NOS PRODUCEN MIEDO
La mayoría de los niños las tienen de vez en cuando, inclusive su niño, podría tener el mismo sueño que lo asusta, más de una noche. Cuando se presenta una pesadilla es posible que su hijo se levante y vaya con usted para que lo reconforte. Por lo general, él o ella será capaz de decirle qué pasó, en el sueño y por qué, le produjo miedo. El niño podría presentar dificultad para volverse a dormir.
Por su parte el llamado “terror nocturno" corresponde a un tipo diferente de sueño de miedo, en este caso, cuando un niño está teniendo un terror nocturno con frecuencia se despertará gritando. Y posiblemente esté sudando y respirando aceleradamente. Por lo general las pupilas de su niño pueden verse más grandes de lo normal. En este momento, el niño aún podría estar dormido con los ojos abiertos. Es probable que le sea difícil despertar a su niño. Y cuando su niño se despierte, Éstará confundido y podría no contestarle cuando usted le pregunte qué le sucede, generalmente no recordará lo que pasó. Los niños que tienen terrores nocturnos puede que también sean sonámbulos.
Para ayudar a diferéncialos hay que tener presente que, por lo general las pesadillas ocurren muy tarde en el período de sueño; usualmente entre las cuatro y las seis de la mañana, a diferencia de los terrores nocturnos que se presentan durante el sueño profundo; generalmente entre la una y las tres de la mañana.
Con frecuencia las pesadillas ocurren después de un suceso físico o emocional que resulta estresante para los niños, usualmente no son causadas por enfermedades mentales o físicas. Y se presenta en los primeros seis meses después del suceso estresante, un niño podría tener pesadillas mientras se está acostumbrando a lo que ocurrió. Si las pesadillas siguen ocurriendo y perturban el sueño de su niño, pueden afectar también su funcionamiento de día, en ese caso pregúntele a su médico si un tratamiento podría serle de ayuda.
Si su hijo tiene terrores nocturnos, hable con él de manera calma e intente hacerlo regresar a la cama. En ningún caso le grite o sacuda. Los terrores nocturnos y el sonambulismo requieren que usted proteja a su niño mientras el duerme. Asegúrese de que su casa sea segura; en las escaleras, use puertas de seguridad para niños, remplace camarotes o literas por camas bajas. Si alguna vez se lastima mientras duerme consulte a su médico.
Las pesadillas y los terrores nocturnos tenderán a desaparecer a medida que los niños crecen. Por lo general desaparecen por completo en la adolescencia. Sin embargo, algunas personas, especialmente las que tienen una imaginación muy activa y que son creativas pueden seguir presentando pesadillas y terrores nocturnos de adultas.
Consejos para ayudarle a su niño a dormir mejor:
Siga la misma rutina antes de ir a acostarse. Actividades placenteras, tales como leer, pueden ayudar a que su niño se relaje.
La fatiga puede contribuir a que aparezcan terrores nocturnos. Asegúrese de que su niño duerma lo suficiente todas las noches.
Si su niño está estresado o ansioso, hable con el acerca de lo que lo está estresando. Juntos, intenten crear un plan para manejar el estrés.
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